Hay muchos miedos. Es más soy una persona miedosa. Son muy pocas veces las que voy al frente y me arriesgo, puedo decir que son contadas con los dedos de la mano.
Y esto es un Gran obstáculo en mi vida.
Hace un poco más de dos años, cuando me olvidé de mí y empecé a darle todo a un alma, me dí cuenta que mi corazón se desvalorizó. Que ya no latía como siempre y que estaba gastado y mal acostumbrado a servir todo, sin recibir ningún tipo de remuneración a cambio. Claro, que eso recién lo supe ver hace a penas unos meses, cuando esa alma llena de mis propios sentimientos desapareció y se llevó con ella lo mejor de mí.
Eso fue un punto y aparte en mi vida y en esa historia.
Hoy mi corazón, (se puede decir), que late a mil, que sonríe y es felíz. Que pudo recuperar esos sentimientos perdidos en el vacío. Y muchas almas me supieron decir que el que no arriesga no gana, que este es uno de los principios de la vida, que los miedos siempre están, queda en una superarlos o no; y muuy de a poco los voy superando, ellos no son más que mi alma. Y de eso tengo que aprender cada día.
Es que de eso se trata la vida. Padecer y superar conflictos. Llorar y reír. Dar y recibir. Arriesgar todo hasta que sentir que vale la pena ganar o perder. Amar y ser felíz. Sentir el sentimiento de la plenitud en esa persona.
Al final de cuentas, somos nosotros los que decidimos nuestro destino y los que podemos torcerlo hacia donde queremos.
Y esto es un Gran obstáculo en mi vida.
Hace un poco más de dos años, cuando me olvidé de mí y empecé a darle todo a un alma, me dí cuenta que mi corazón se desvalorizó. Que ya no latía como siempre y que estaba gastado y mal acostumbrado a servir todo, sin recibir ningún tipo de remuneración a cambio. Claro, que eso recién lo supe ver hace a penas unos meses, cuando esa alma llena de mis propios sentimientos desapareció y se llevó con ella lo mejor de mí.
Eso fue un punto y aparte en mi vida y en esa historia.
Hoy mi corazón, (se puede decir), que late a mil, que sonríe y es felíz. Que pudo recuperar esos sentimientos perdidos en el vacío. Y muchas almas me supieron decir que el que no arriesga no gana, que este es uno de los principios de la vida, que los miedos siempre están, queda en una superarlos o no; y muuy de a poco los voy superando, ellos no son más que mi alma. Y de eso tengo que aprender cada día.
Es que de eso se trata la vida. Padecer y superar conflictos. Llorar y reír. Dar y recibir. Arriesgar todo hasta que sentir que vale la pena ganar o perder. Amar y ser felíz. Sentir el sentimiento de la plenitud en esa persona.
Al final de cuentas, somos nosotros los que decidimos nuestro destino y los que podemos torcerlo hacia donde queremos.